En este nuevo año de conmemoración del 8 de Marzo, debemos recordar la lucha social, económica y por la dignidad de miles de mujeres en el mundo.
Nuestra realidad educativa está caracterizada por una mayoría de mujeres que desempeñan día a día no sólo una labor educativa, sino una tarea social.
Frente a políticas y marcos legales que buscan precarizar nuestra labor, se pretenden establecer un marco similar al tiempo de dictadura:
1.- Directivos seleccionados a dedo por la autoridad municipal sin las capacidades humanas e intelectuales.
2.- Generar un ambiente de temor a la crítica y al cuestionamiento, por miedo al despido y acciones de amedrentamiento.
3.- Una lógica de clientelismo donde se privilegian los vínculos personales y partidarios por sobre los aspectos educativos y profesionales.
La denuncia y conocimiento de los marcos legales evitará que las autoridades municipales no cumplan con las deudas que aún tienen con los y las profesoras, e impedir un deterioro mayor de las condiciones de trabajo.
LA DIGNIDAD POR UN MARCO LABORAL PROFESIONAL JUSTO, ES Y SERÁ UNA LUCHA PERMANENTE DE LAS Y LOS DOCENTES.